Además de acudir periódicamente a la peluquería, deberemos elegir bien el tipo de productos que mejor le sientan a nuestro cabello: champú, suavizantes, mascarillas, fijadores... la lista puede ser interminable, !y el gasto también!... Por lo que contar con recetas caseras y naturales para cuidar de nuestra melena puede ser una buenísima opción para ahorrar. Hemos recopilado unos cuantos consejos del foro de Belleza. !Descúbrelos!
Cabellos grasos
Muchas son las personas que sufren este problema que hace que pueda parecer que tienen el pelo sucio a pesar de habérselo lavado el mismo día. Para neutralizar los excesos de grasa debemos utilizar productos libres de aceite y ser constantes en la higiene. Un buen remedio está en las propiedades astringentes del limón: exprímelo y utiliza su zumo después del champú. Notarás visiblemente cómo la grasa desaparece por más tiempo.
Cabellos secos
Si miras los ingredientes de cualquier producto para cabellos secos, te encontrarás seguro algún tipo de aceite. De coco, de oliva, de jojoba, de aguacate, manteca de karité...
cualquiera de ellos nos puede venir bien para crear una mascarilla
casera. Como afirma nuestra amiga Tintina, dando un masaje suave con aceite de coco
y dejándolo actuar toda la noche se pueden conseguir resultados
espectaculares. Eso sí, cuidado con las raíces, mejor no las untes
demasiado ya que se engrasan muy fácilmente.Por otro lado, Tiliguapa descubrió recientemente lo bien que se le quedaba el cabello con unas gotitas de aceite corporal del que podemos encontrar en cualquier supermercado... La cuestión es hidratar, aunque, evidentemente, no debemos emplearlos a diario. También Belenester nos deja su receta: "una mascarilla casera con una yema de huevo, un chorrito de aceite de oliva y otro chorrito de limón. Luego lo envuelves en papel de plata y sobre éste te lías una toalla a modo de turbante (para que el calor ayudase al proceso)".
Asimismo, para conseguir un brillo extra, puedes elaborar un champú casero a base de un vaso de cerveza, una cucharadita de tu champú habitual, unas diez gotas de aceite de oliva y otras tantas de esencia de romero.
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